Una muerte poco planeada.

Inconciente, con unos vaqueros, una playera interior, una chamarra de piel negra y una 9 mm compacta en la diestra. Despierto sin saber donde estoy, si estoy herido y porqué estoy vestido de esa manera y porqué tengo el arma, pero me siento seguro y se que tengo que ir a un lugar en específico.

Es de noche, y se ha ido la luz en toda la colonia, pero no importa, lo que si importa es que la temperatura es muy baja, tanto que sientes las manos heladas, sientes que no te puedes mover por que te estas congelando poco a poco, pero a mi no me importa. Estoy caminando en la oscuridad de la calle, justamente por el centro de ella y me dirijo hacia una pequeña casa de madera, una casa que como vecinos tiene lotes vacíos llenos de maleza, y la siguiente casa se encuentra al menos unas tres cuadras.

La puerta rechina cuando la abro y la madera del piso cruje cuando recorro el pasillo principal de la casa. Entre la oscuridad diviso sobre una pequeña mesa de plástico una lámpara, la tomo y me dirijo al sótano de la casa. Con movimientos rápidos de la luz logro ver a una mujer que tiene los pies atados a la silla, al igual que las manos, solo que éstas van atrás, un poco de cinta gris sobre la boca, un pañuelo que le cubre los ojos y manchas de sangre en su ropa. Al escucharme comenzó a hacer sonidos guturales de forma desesperada.

Rápidamente llego hasta ella y le quito la venda de los ojos, en cuanto me ve empieza a llorar y a decirme que no con su cabeza mientras que hace pucheros. La verdad no entiendo que sucede y por que no la saco de ahí, solamente se que ella debe de estar ahí, así es que le vuelvo a cubrir los ojos y comienzo a inspeccionar el área. Me encuentro con que hay un hombre que ha sido golpeado hasta morir del otro lado de la habitación y a otro hombre que al parecer se ha disparado en la boca; su cuerpo muestra rastros de una pelea, aunque esto no es muy significativo ya que solamente tiene unos cuantos golpes.

Me vuelvo con la mujer atada a la silla y le quito el pañuelo y la cinta y le pregunto su nombre. Se llama Scarlet, o al menos fue lo que le entendí, por que después empezó a gritar en un idioma muy extraño para mi. Sigo sin saber que sucede, así es que desato totalmente a Scarlet y nos apresuramos para salir de la casa, pero por desgracia o fortuna no lo se, al ella venir detrás de mi las escaleras del sótano colapsan y queda atrapada y muy mal herida por cierto. Como no tengo posibilidad alguna de bajar y volver a subir opto por dispararle en una extraña filosofía supuestamente para que ya no sufriera, pero aun así su muerte no me incomoda.

Después de haber disparado se prenden rápidamente unos reflectores enormes al rededor de la casa y entran muchas personas a atender a la mujer que había matado, sigo sin saber donde estoy y mientras veo todo el movimiento, dos hombres me embisten y me inmovilizan. Todo mundo empieza a gritar, de pronto aparecieron demasiadas personas que no sabia que estaban ahí y se crea una gran confusión. Yo era un actor, y esa arma no debió haber estado cargada, solamente que al hacer falta se le pidió prestada al policía. Me encontraba inconciente porque tuve un ligero desmayo por falta de comida y un exceso de trabajo. Scarlet era mi compañera de trabajo y era Sueca y yo la había matado.